La falta de comprensión respecto del éxito de la Ley de Antenas

La Ley N°20.599, conocida como la Ley de antenas, regula la instalación de antenas emisoras y transmisoras de servicios de telecomunicaciones, y su principal objetivo fue establecer la necesidad de obtener autorización municipal para la instalación de antenas de servicios de telecomunicaciones con el fin de promover la colocalización de antenas, entendida como la instalación de antenas de diferentes concesionarios en una misma torre y así disminuir el impacto urbanístico que generan dichas instalaciones.

Dicha ley ha sido muy criticada estos últimos años, en especial este último tiempo, atribuyéndole aspectos negativos que afectan la productividad y el despliegue de tecnología. Sin embargo, prácticamente nadie, ha visibilizado que los objetivos de dicha ley han sido exitosos.

Dentro de este contexto, revisamos algunas reacciones del sector frente al informe de los avances de la investigación 'Productividad en sector Telecomunicaciones' presentado por la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), las cuales hacen mención a estos supuestos efectos negativos.

Para esto, comentaremos un artículo de portada del suplemento de Chile Tecnológico de El Mercurio, titulado “La ‘permisología’ está limitando el despliegue de toda la potencialidad del 5G en el país”. En dicho artículo se mencionan por parte de algunos destacados personajes del rubro, declaraciones las cuales debemos y creemos importante aclarar:

Comenzamos indicando que, Daniela Castillo, vicepresidenta de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital (Idicam), detalla que “del total del tiempo que se requiere para desplegar infraestructura, un 42% se va en trámites”, además indica que 'Estas trabas burocráticas limitan el potencial del 5G. Actualmente tenemos US$ 7.500 millones estancados producto de estas dificultades' y finaliza diciendo que “el problema viene gestándose desde la promulgación de la Ley de Antenas en 2012. Desde entonces, se han tramitado aproximadamente 390 permisos, lo 'que es bastante bajo si uno considera que estamos en pleno despliegue del 5G”.

Por su parte, don Fernando Saiz, director de Asuntos Públicos de Movistar Chile, destaca como micro regulación a abordar “el impacto de la Ley de Torres, en donde, de las casi 10.000 torres móviles existentes en Chile, solo el 5% han sido construidas en los últimos 10 años”.

Al respecto debemos aclarar que según nuestro punto de vista no existe relación alguna entre la cantidad de torres construidas y el despliegue de 5G. Si estos últimos años se han construido pocas torres, no es más que el efecto de que la Ley de antenas ha conseguido su objetivo, el cual fue que no se masifiquen innecesariamente las estructuras en pos de una buena armonización urbana. Es decir, ha sido exitosa la colocalizacion, nombre que se da a la compartición de antenas en el rubro.

Considerar que cierta cantidad de antenas sea baja o bien que exista un porcentaje bajo de nuevas estructuras es algo negativo, es una apreciación subjetiva sin demasiado fundamento, pues precisamente el éxito de la Ley radica en dicha disminución de estructuras, las cuales sin embargo no ha afectado el despliegue de nueva tecnología.

El mejor ejemplo de esto es el éxito tanto de Entel o Movistar, en el despliegue de su primera etapa de 5G.

Para profundizar más aun, hicimos un ejercicio, relacionando los decretos 5G con las cerca de 2000 torres cedidas por Entel a ATC Sitios de Chile, el cual como operador de infraestructura facilita la compartición de estas. Asi encontramos como dato objetivo, que a lo menos 264 instalaciones de 5G coinciden en dichas estructuras y se instalan en modalidad de colocalizacion. Un número no menor, sobre todo si en este ejemplo no consideramos el extenso portafolio adicional de ATC, otros operadores de infraestructura e incluso de las mismas compañías, por lo cual el número real de colocalizaciones 5G puede ser muchísimo mayor.

Con esto, podemos inferir que gran parte de las instalaciones 5G fueron instaladas en infraestructura previa, sin necesidad de nuevas torres, por lo que tildar a la permisologia como traba, no deja de ser un planteamiento un poco dudoso. Aún más si tomamos en cuenta, tal como hemos mencionado con anterioridad en otras publicaciones, las etapas posteriores de 5G requerirán ampliar cobertura en zonas rurales, instalaciones indoor, o estructuras de muy baja altura, todas las cuales son poco o nada afectadas por dicha permisología.

Adicionalmente “La VP de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de WOM, Catalina Achermann, comenta que como empresa contemplan 'el despliegue de más de 5.000 antenas en 335 comunas desde Arica a Punta Arenas'. Este esfuerzo, continúa la VP, implica grandes desafíos, especialmente en lo que respecta a los tiempos de los permisos, 'que no solo impacta al sector de telecomunicaciones, sino que afecta de manera transversal a distintas industrias.”

Al respecto una vez más, indicamos que las 335 comunas del país no necesariamente son urbanas, por lo que atribuirle a la permisología como la única causante de impactar el sector de telecomunicaciones, parece una afirmación exagerada, considerando además que mucho del despliegue de estas supuestas 5000 antenas obviamente se hará en estructuras existentes.

Interesante y positivo nos parece lo indicado por Claudio Castro, alcalde de Renca y presidente de la Comisión de Gestión y Modernización Municipal de la Asociación Chilena de Municipios, quien “comenta que este semestre en su comuna lanzarán una inédita licitación pública, cuyo éxito puede servir como modelo para los municipios del país. La iniciativa busca regular la instalación de antenas en bienes nacionales de uso público”. Habrá que ver en que consiste dicho proceso de licitación pública, y si este está acorde a las necesidades de terrenos para el despliegue de infraestructura por parte de los operadores. Estaremos atentos. Ya indicamos con anterioridad que insistir en que las municipalidades realicen la tarea de crear áreas preferentes, aunque hubieran estado mandatadas para ello, a estas alturas nos parece inoficioso.

También es interesante lo comentado por don Claudio Araya, subsecretario de Telecomunicaciones, quien “asegura que como subsecretaría están comprometidos a mejorar la institucionalidad, y para ello 'hemos iniciado acciones, incluso previas al informe de la comisión, con el objetivo de buscar facilitar la tramitación de los diferentes tipos de autorizaciones; y de manera más estructural, estamos proponiendo un cambio al régimen concesional, que precisamente va a abordar los nudos críticos que tienen nuestros procesos de autorización”. Otro tema por observar a futuro.

Para finalizar el articulo menciona que existe una “moción parlamentaria en el Senado que busca homologar los requisitos y condiciones para la instalación de infraestructura en zonas urbanas y rurales, lo que podría encarecer los costos de instalación de antenas en un cerro, por ejemplo, si hay que mimetizar, como se hace en las ciudades”, e indica que “Para el senador Enrique van Rysselberghe, presidente de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones, estas fricciones son propias de la vida democrática, y si esto sucede, es porque estamos discutiendo los temas correctos, como son promover los derechos de la ciudadanía y la protección del medio ambiente con un desarrollo acorde de las tecnologías”. Al respecto opinamos que nos parece adecuado debatir al respecto, sin embargo nos parece más adecuado focalizar el debate respecto al escenario de las futuras micro implementaciones de 5G, las cuales generaran una problemática mayor considerando que la cantidad de sitios será multiplicada en forma exponencial y que dichas instalaciones tendrán una gran cercanía con los usuarios, a nivel de postes, adosados en fachadas u otras inimaginables formas de instalarse a baja altura, y que esto podría potencialmente generar un desorden en la vía pública ocasionando un deterioro de la imagen urbana que generara inevitablemente un efecto negativo en la percepción ciudadana y por lo mismo, un gran retroceso en el despliegue de esta infraestructura critica.